XVII: "Helado de vainilla".

Hiroyuki An

Amor, nos metemos en la cama? —así charlamos un ratito antes de dormir abrazados

​ Roxanne Chavanel

Shi... —respondió aniñada colgandose en su hombro—cargame.. practica para la noche de bodas(?)

Hiroyuki An

Ha! —soltó una risa y se incorporó con facilidad con ella en sus brazos en posicón de prncesa— preciosa... yo vengo practicado de serie.

Bromeaba acercandose a sus mejillas y las llenaba de besos de camino a la habitación de matrimonio.

La dejó con cuidado en la cama y saltó tumbándose a su lado.

—Mira... ahora dormiré así. —Se acomodaba abrazando sus pechos y poniedno la cabeza en medio— Es una táctica de vigilancia extrema. Estoy practicando para cuando llegue el gato. Roxanne Chavanel

Rebotó al brincar él—Ay, me sentí en la montaña rusa—bromeó y de pronto al acurrucarse entre sus senos, una risita nerviosa salió—¿ah sí? Te miras muy... bien allí ¿estas comodo o te incomoda el sosten? —cuestionó coqueta y agregó—¿deberia yo practicar colocando mi mano sobre tu pene para que no haya gatitas melosas queriendo jugar con tu estambre?

Hiroyuki An

You're my last preciosa

soltó una carcajada y besó su nariz.

—sí cariño, eso es exactamente lo que deberíamos hacer dormir siempre yo con mi cara en tu preciosas tetas y tú con tu mano en mi pene.

—En cuanto al sujetador, creo que el criterio de segurar estándar recomienda retirarlo antes de hacer la instrucción de seguridad.

—Gracias por recordármelo.

Roxanne Chavanel

Se sintió tan pequeña. Le acarició detras de las orejas al acercarse a su nariz, entre sonrisas y ese rubor natural que su mayor causaba en ella—en ese caso... prohibido dormir en pijama ni ropa interior... —indicó quitandose la blusa dejando ver su sosten de encaje fucsia.

Hiroyuki An

—Vaya, como son las cosas, tendremos que dormir desnudos verdad amor. Qué remedio... —bromeaba mirandola y acercándose a besar su cuello entre risas.

Adoraba bromear con ella de ese modo.

Se incorporó y se quitó la camiseta y auqel pantalón corto ancho que usaba para estar por casa. Por comodidad aquel día no se había puesto ropa interior así que no necesitaba retirarla.

Roxanne Chavanel

Suspiró sintiendole en su cuello, esa dulzura le hacia desearlo de igual manera. Se levantó de la cama para quitarse la ropa con lentitud pero su acto la interrumpió.

Sus ojos como cazadores contemplaban como las telas caían dejando su cuerpo desnudo. Su mirada descendió hasta su pene y acercó besando su punta—Buenas noches mi rey...— dijo con cierta devoción. Retiró el broche de su sosten, liberandose sus senos, como si exhalaran rebotaron y colocaron en su sitio. Respiró hondo y bajó su short dejando ver la braga en juego en encaje, se acostó de lado diciendole—¿Me quitas las bragas amor?

Hiroyuki An

Mientras se desnudaba elevó la mirada y la vio totalmente hipnotizada y sonrió un poco avergonzado.

—Se te cae la baba preciosa...

Se sorprendió y se mordió el labio al notar aquel dulce beso en su sexo, ¿como podía ser tan linda?

Se quedo de rodillas observando sus gestos como el sujetador caía y sus pechos se mantenían turgentes y apetecibles. Sus pezones contrastaban con su piel y se veían como dos postres deliciosos que degustar.

—Por supuesto preciosa.

La tumbó en la cama y comenzó a jugar con la cinta de sus braguitas con sus labios, sus dientes tiraban de la tela suavemente y sonreír travieso. Finalmente se ayudó con sus manos las retiró despacio, observando su sexo, esperando ver aparecer su clitoris al abrir ligeramente las piernas.

Acarició sus labios mayores suavemente y dio un ligero beso en su clítoris.

—El mejor postre... —Abrió un poco más las piernas de ella y se acomodó sobe su cuerpo, intentando no chafarla con su peso. Su cabeza reposaba en el escote de ella, casi apoyada en su hombro y su cadera se apoyaba entre las piernas de ella.

—Un ratito, quiero sentirte... —En esa posición oía perfectamente su corazón

​ Roxanne Chavanel

Desvió la mirada avergonzada al exponerla, se revolvió entre los cabellos como niña descubierta pero, entonces recordó quien debía tener el control pero con él en ese instante se sentía su pequeña.

Sintió un cosquilleó sobre sus labios al roce de su calido aliento. Su pequeña nuez respondió a su beso pronunciándose, como si devolviera su beso.

Roxanne lucía como una encantadora muñeca de porcelana japonesa, atributos heredados de su madre. Sus brazos se colocaron sobre sus hombros, acariciandole los cabellos respiró su aroma y exhaló al mismo tiempo que él lo hacia sobre sus pechos. Cerró los ojos susurrandole—Ya es hora de dormir bebé... quedares así, bajó su otra mano a su cintura abrazandole con cariño mientras sus piernas se entrelazan, encajando sus sexos en cálida humedad.

Hiroyuki An

—Vamos a dormir cariño... —asentía cerrando los ojos y acomodándose bien en esa postura.

Ahora que sus muslos le envolvían se sentía aún más comodo.

—Buenas noches mi reina... Te quiero... no lo olvides nunca. Te quiero... —Suspiraba sonriendo feliz y daba besos suaves en su piel intentando ayudarla a relajarse— Dulces sueños

Roxanne Chavanel

Roxanne abrió un ojo mirando sus reflejos por el cristal. Sonrió sintiendo esa sensación de plenitud, de paz y sobre todo, de amor. Podía verles de aquí a diez, quince,veinte años, toda una vida juntos.

—Descansa mi amor, siguiéndole besandome en sueños—susurró y acaeció su mejilla—Te quiero mi cielo—finalizó sintiéndose relajada por sus delicados besos, cayendo en sueño.

Hiroyuki An

Después de unos minutos de caricias y besos lentos y suaves escuchó como su respiración cambiaba. Se había dormido.

Sonrió tranquilo y se dejó llevar. Quería llegar rápido, quería soñar junto a ella.

Horas más tarde...

Se despertó por los ruidos de la cuidad y ronroneó quejoso.

-Hm.... -durante la noche habían cambiado la postura y ahora era ella la que estaba tumbada casi encima de él abrazando su Cuerpo. Escondió la cara en el cuello de ella y la estrecho en sus brazos deseando que la cuidad les permitiese dormir unos minutos más

Roxanne Chavanel

Soñaba con él, como ya era parte de sus aventuras nocturnas. De pronto, los movimientos en la cama hicieron que adormilada abriera un ojo notandose acurrucada en su cuello. Frotó su espalda y beso su cuello. Acomodó sobre la cama boca arriba y bajó de la cama. Se estiró mirando la ciudad aun no aparecía el amanecer pero las luces eran más tenues entre azulado marino y motas violetas.

Volvió a la cama pero esta vez, acomodó sus muslos sobre sus piernas, reclinandose contra su pene dormido.—Buenos días dormilon—susurró dandole un beso en su punta aun arropada por su piel. Derramó un poco de saliva sobre su largo comenzando así un masaje por todo su largo y grosor.

Hiroyuki An

Cuando ella se apartó se movió por instinto quedando boca arriba, con todo el cuerpo posado sobre el colchón, sus musculos relajados y la boca ligeramente abierta.

—Hmm.... —la realidad y los sueños se fundían magicamente, estaban en un restaurante y ella traviesa como siempre andaba jugueteando intentando torturarle con su exquisita sensualidad.—T-traviesa... debajo de la mesa no...

Sonreía tomo un bobo y se relamía notando las caricias bajo la mesa.

Roxanne Chavanel

Creó un hilo de saliva sobre su miembro, presionó los labios sobre su orificio, jugueteando con su lengua, de arriba hacia abajo con rápidez hasta irlo metiendo dentro de su boca, apretando los labios para que sintiera penetrarla con placer, la manta descendía dejando sus marcadas venas visibles, sensibles al tacto caliente de su acuoso interior. Al llegar a su base, movió la cabeza de lado a lado entre calientes jadeos y dando paso al mete-saca intenso, mientras acariciaba su grosor con su lengua, succionandole entre embestidas.

Hiroyuki An

Se despierta de repente y un poco agitado por el sueño erótico que estaba teniendo pero la sensación de placer en su, ahora ya, erección se mantenía.

Abrió la boca sorprendido aunque en sus ojos se podía comprender una cierta sensación de travesura.

—Parece que mi chica se ha despertado con hambre y no a podido esperar al desayuno... —sonreía incorporandose, doblaba las piernas un poco cara sentirse más cerca de ella y acariciaba su pelo.

—¿Está rico el helado preciosa? ¿De qué sabor es?

Roxanne Chavanel

—El cono sabe a fresa... y su relleno es de vainilla—musitó al soltar su pene al aire quedando unida a él por ese hilo transparente. sonrió mirandole traviesa y avalanzó a él como gatita quedando sentada por encima de su cintura, sintiendo su pene palpar en medio de sus nalgas—¿Dormiste rico gatito?—cuestionó rozando sus labios y tomó sus manos para que envolviera su cintura. Alzó de las caderas y colocó su cabeza sobre su vagina. Fue descendiendo lentamente mientras se apretaba, haciendo que al entrar sintiera la sensación de que la rasgaba—Mgh An...—le empujó a las almohadas de nuevo, reclinandose sobre su rostro, cubriendoles sus cabellos como una cortina, tan sólo mirandose el uno al otro. pronunció sus caderas moviendose de arriba hacia abajo hasta tocar su pelvis y de nuevo asceder sosteniendo sólo su glande en su interior de manera ritmica al roce de sus labios. Hiroyuki An

—Qué ricas y dulces las fresas... —sonríe y abre los ojos tragando aliva al ver el brillo de ese hilo de saliva. Se estaba haciendo una experta, una experta en connocer cada uno de los secretos que te excitaban y usarlos. —Hmm... —gime sonriendo al ver como se avalanza contra él, en realidad sentía que era era mucho más felina que él— Gatita, vienes a jugar? —Tu gatito ha dormido de maravilla... entre tus deliciosos pechos. Hm... —Sintió como se movía y la punta de su erección comenzaba a cariciar su sexo. —O... omg... —gemía de placer y cerraba los ojos al sentir como se autopenetraba, había algo de excitante en sentir como ella usaba su erección como un juguete a veces.— Que rico preciosa... Se agarraba a ella con ganas, y por un momento lo recordó, el vídeo, el vídeo que ella le ahbía mandado hacía unos días. Él no podía verlo pero la imagen era incluso mejor, porque su chica tenía unas nalgas de anuncio, tersas y carnosas que seguramente ahora botaban cada vez que su erección entraba y salía. Pasó un brazo por la cintura de ella y se acercó a sus pechos. Con la mano libre agarraba el derecho, manoseándolo y estrujándolo, se sentía tan suave y tierno, era una adicción. Con su boca atrapó el pezón del derecho y comenzó a succionarlo hasta ponerlo bien duro. —Que rico.... madre mía —Gemía y volvía a succionar atrapando todo su sabor.

Roxanne Chavanel

Hundió su rostro en su cuello, gimiendole caliente entre palabras—Te sientes tan rico mgh nalgueame... quiero que me arda el culo—dijo entre gemidos mordiendole el cuello al tiempo que se empujaba hasta su pelvis y jalaba hacia arriba de nuevo, de forma lenta sintiendo como su pene se bañaba continuamente en sus liquidos y apretaba entre sus paredes, el sonido era la orquesta perfecta—Ah-ah-uuh-fuck your dick-oh god!—exclamaba sintiendo su pecho estrujarse al tomarle del seno, mamando como un bebé. Le jaló del cabello para ver su rostro y abofeteó sin marcarle—¿Qué tanto quieres beberme? —estaba excitada. Colocó su pezon en su boca delineandole jugando a dejarlo atrapar y retirarlo del mismo modo que entraba y salía de su pene. Se empujó de un sólo y comenzó a dar pequeños brincos de frente-atras, arriba hacia abajo gimiendo su nombre al sentirse mojada de nuevo y ese adormecimiento apareció.

Hiroyuki An

Al escucharle decir que quería que la nalguease sintió morir de palcer en ese instante. —Joder amor, me pone mucho que hables así... sucio... —Se agarraba con una mano a la nalga de ella abriéndola un poco y con le otra comenzó a acariciar por encima de la zona donde la nalguearía, no lo había con excesiva fuerza, quería que le excitase no que le doliese, pero lo había de un modo tan repetitivo que poco a poco su piel se comenzaba a rosar, destacaba mucho porque el resto de su piel era del color de la porcelana. Mientras la nalgueaba no olvidaba contnuar con el movimiento de sus caderas ayudándola para que su erección entrase y saliese a toda velocidad haciendo que el roce de sus sexos hiciera subir la temperatura. Sintió el tiron del pelo y la ligera bofetada y abrió la boca respirando agitado. —Necesito saborearla, quiero bebérmelo todo. —se mordía el labio gruñiendo como un gatito enfadado cuando se apartaba y jugueteaba sin dejarle lamer— Dáme... dámelo... Cuando comenzó a brincar se agarró a su cintura de nuevo de un modo posesivo ahora sí, su mano seguía nalgueandola ahora en el otro cachete del culo y sus labios habían recuperado su tesoro. Succionaba y sonreía satisfecho soportarndo el pezón entre sus dientes. —Córrete preciosa, córrete para mi.

Roxanne Chavanel

El frío de su mano refrescaba su calor. Pegó su frente a su mejilla gimiendo por como la nalgueaba, estrujaba las sabanas en momentos, en otros tiraba de sus cabellos por el estruendoso sonido entre sus glúteos—Fuck An you are so good!—exclamaba sintiendosele salir el corazón del pecho.—Mgh la boca de mi gatito es tan buena... chupame rico amor—exclamó caliente entre sus cabellos húmedos y dejó caer su cabeza detrás de sus hombros, notandose sólo sus pronunciados labios gemir y su liso cuello de porcelana. Le jalón consigo hacia el frente y abrazo quedando sentada sobre sus piernas, brincando así con rapidez una, dos tres, cuatro, cinco perdió l cuenta, tan solo iba de lado a lado meneando las caderas como un par de gelatinas de fresa. Exhaló rasgando su pecho, un liquido hirviendo, descendìa, sintiendo su vagina chupar su pene por completo, bañandolo—Fuck me...—se sintió adormecera soltandolo—I'm leaving—susurro cayendo sus brazos a los costados sintiéndose ir en espasmos de frente-atras.

Hiroyuki An

Sonreía excitando mirándola no quería perderse sus expresiones, le encantaba que le nalguease de ese modo, se notaba en el modo en como respiraba agitada y como se retorcía por el placer y el ligero dolor. Se acercaba el momento, podía sentirlo, la temperatura de tu interior había crecido pero también el ritmo de sus caderas. Quería más, lo quería todo, tu pequeña traviesa quería sentir como su sexo se apoderaba completamente de la erección de él y por eso se movía con desesperación. Apretó las nalgas y comenzó a penetrarla a toda velocidad, su espalda y sus brazos se tensaban agarrándose a las nalgas de ella y sus testículos rebotaban cada vez que ella saltaba sobre él. Sintió como se quedaba sin aire y ahí venía, como un huracan desde lo más profundo. Su leche comenzó a salir a borbotones expulsada a gran velocidad en el interior de ella. —Ahhhhh joder joder que rico gatita9/8, 11:03am

Roxanne Chavanel

—God!—exclamó temblando, sintiendole desbordar valiente, deslizándose entre sus piernas. Se aferró a su cintura sujetándose como pequeña—aprietame... quiero quedarme así—pidió con dulzura suspirando en su cuello, tratando de volver al latido natural de su corazón. Respiró su cabello húmedo feliz—Todo es hermoso viviendolo contigo, me haces muy feliz An...

Hiroyuki An

—Ven amor... —la acurrucó entre sus brazos y acariciaba su nuca para que la apoyase en su pecho, quería protegerla, quería darle todo el calor que necesitase para sentir que mientras estuviese entre sus brazos nada malo podía ocurrir. —Te quiero Roxanne...—besó su pelo alborato y sonrió. dio un gran suspiró y dejó que su cuerpo volviese a la relajación.— ¿Está cómoda mi pequeña?

Roxanne Chavanel

Enroscó sus piernas en su cadera e hizo bolita entre sus brazos—Shi—dijo aniñada. Escuchaba el latido de su corazón cuando al cuestionarla alzó su vista a él afirmando—me gusta mucho estar entre tus brazos amor...

Hiroyuki An

—Quédate así todo lo que tú quieras. —lo decía en serio, no tenía ninguna prisa, tenía todo lo que necesitaba, a su preciosa chica a su lado.