XIV: "Masaje Tantrico".

Hiroyuki An

hola preciosa

​Roxanne Chavanel

—se acerca y lame su labio(?)—miau...

Hiroyuki An

La abraza suavemente y besa sus labios. —¿Cómo estás? Has dormido bien?

Roxanne Chavanel

Se frota contra su cuerpo mientras ladeado su rostro para que sus labios recorran su piel—Shi, el drama es adictivo pero logre quedarme en el séptimo cuando vuelve al confesarle Te amo...

Hiroyuki An

—Te he echado de menos amor... —Susurra sobre sus labios y ronronea en su cuello— yo estoy en el capítulo 8, sabía yo que me alcanzarías pronto.

Coge su mejilla y le da un suave beso de esquimal. —Te amo.... de verdad que sí. Roxanne Chavanel

Pasó sus manos por detrás de su cabeza enroscándose a sus mechones de cabello, dando pequeños tirones mientras ladeado su cuello—mgh— respiró hondo contrayendo su vientre, pronunciándose sus senos—estrujame fuerte amor...

Una dulce mirada apareció ante su beso, con cierta adicción volvió a su rostro dándole un segundo beso esquimal—Mucho mucho, tanto que te llevo a mis sueños mi vida...

Hiroyuki An

Pasó sus brazos por su pequeña cintura, podía rodearla y estrecharla contra él con tanta facilidad, como si cogiese a una pequeña critura, a una cachorrita.

—¿Qué ha soñado mi luna? ¿Algo bonito? ¿Algo sexy? —Mientras hablaba recorría toda su cara dejando besos suaves, marcando cada centímetro de su piel con un suave recuerdo.

Roxanne Chavanel

La exquisita sensación de su colonia embriagando su cuerpo. Podía sentirse sumergida en su mágico mundo.—Hueles delicioso—susurró hundiendo su nariz en su cuello jalandole del cabello hacia sus senos—ellas extrañan mucho tu boquita...

—Contigo... ambas cosas son posible... una dulce tarde de picnic entre sándwiches y jugo de manzana para culminar tú untandome crema chantillin con cerezas, fresas y moras...

Hiroyuki An

—Hmmmm.... —sonríe al ver como le guía para que mime sus pechos. Adoraba verlos así, desde arriba, apretados y espectantes de sus caricias. Rozó su suave piel con su lengua suavemente y comenzó a dejar besos suaves por toda la piel.— Mis niñas bonitas...

—Que delicia mi amor... —Sus mano rodeaban ahora sus nalgas mientras su boca iba jugueteando de un modo cada vez más humedo.— Me dejas verlas bien?Roxanne Chavanel

Le era increíble que no importaba el tiempo, ella seguía ruborizandose como la primera vez. Su piel se erizó ante los caminos húmedos y transparentes que dejaba como marca. Una traviesa sonrisa apareció negando—No... las voy a castigar porque se han portado muy mal... han estado inquietas todo el día esperando por ti—jugaba al tiempo que accidentalemente se bajaba la blusa por enmedio de los senos dejándole ver su nuevo sostén con piedras preciosas para después subirse la blusa escondiéndose en su pecho—Trata... Roxanne Chavanel

Le era increíble que no importaba el tiempo, ella seguía ruborizandose como la primera vez. Su piel se erizó ante los caminos húmedos y transparentes que dejaba como marca. Una traviesa sonrisa apareció negando—No... las voy a castigar porque se han portado muy mal... han estado inquietas todo el día esperando por ti—jugaba al tiempo que accidentalemente se bajaba la blusa por enmedio de los senos dejándole ver su nuevo sostén con piedras preciosas para después subirse la blusa escondiéndose en su pecho—Trata...

Hiroyuki An

Reía negando por lo ingeniosa que era su chica y las comenzó a besar aún con más ganas.

—No, no de eso nada. Son muy buenas y ricas, tengo que mimarlas.—Abrió los ojos sorprendido cuando vio el sujetador mostrándose.— OMG... Qué es eso amor?

La agarró por las caderas y la dejó sentada en una de las mesas del salón con él acomodado entre sus piernas.

—Eso quiero degustarlo con tranquilidad... —Sus dedos comenzaron a desabrochar la blusa rozando casualmente sus pechos— Madre mía.... que delicia. —Era una prenda preciosa pero sobre todo por lo que contenía.— Me dejas sacarte una foto?

Roxanne Chavanel

Estaba al borde de la mesa blanca, con cierta coqueteria balanceó los pies de frente atrás sujetandose del borde. Le miraba en momentos dulces en otros, se relamía las labios dejandoselos humedos.

—¿Quisieras... una rusa? —cuestionó delineandose los detalles del sosten pasando sus dedos entre las lineas de piedras y encaje—Una foto mientras bañas mis senos de tu semen...

Hiroyuki An

—Ufff amor... eso suena muy delicioso... acepto solo sí después de esa delicia puedo hacer algo por ti.

Sus manos agarraban sus pechos levantandolos, juntandolos, achuchandolos. Eran sus juguetes favoritos, adoraba mimarmos y lamerlos.

—Qué podría ahcer yo por mi chica? Qué te apetece? Una doble? Anal? Quieres que consiga otro squirt? Lo que tú me pidas lo haré realidad.

Roxanne Chavanel

Pasó sus dedos por encima de sus manos sintiendo como sus dedos se movian, continuó delineando sus venas salteadas, besó estas con cierta ansiedad y una sonrisa traviesa apareció—Por hoy... sólo dejarme complacerte... —susurró con cierta sensualidad y le tomó de la cadera, desabrochó su pantalón exponiéndose su bóxer. Jadeó sobre su bulto y jaló la tela del resorte liberándolo—Mi rey...

Hiroyuki An

—Hmmffff.... —gruñó excitado al notar el tirón hacia su cadera y gimió— como me gusta cuando te pones así. tómame como gustes preciosa.

Dejó que desabrochase su pantalón y sacó la ereccion. Cogió las manos de ella poniéndolas al alrededor de su miembro y comenzó a mover la cadera.

—tengo una idea... por qué no me das un masaje, con tus pechos? Verdad que vimos un vídeo en el que hacían eso? El chico estaba tumbado desnudo y ella totalmente desnuda se frotaba sobre su erección sus nalgas...

Roxanne Chavaner

Sus pequeñas y delicadas manos abrazaron su falo masajeandole de la cabeza a la base, pasando unos dedos debajo, sobre sus genitales, bajó un poco más sobre sus muslos apretandolos y un poco más hacia su ano, deslizando sus yemas con lentitud hasta acariciarle sobre su remolino. Acercó su boca a su miembro diciendole—¿Eso quieres mi vida... un rico masaje con mis pechos y nalgas... —dejó la pregunta abierta al chupar su glande con fuerza, rasgandole con los dientes, jugueteando con su orficio metiendo y sacando la lengua con cierta rápidez tan sólo para provocarlo.

Se bajó del borde de la mesa y con su miembro entre sus manos, le jaló con ella por la casa hasta llevarlo a la habitación, tendiendole sobre la cama, abriendole las piernas y brazos como x para quedar ella enmedio suyo, se recostó dejandole ver su espalda por complejo, movió su cabello de lado derecho y al dejar su lado izquierdo, tomó su miembro delineandose el cuello ylos labios, sonrió picara y comenzó a crear un camino de besitos hasta sus genitales, jadeaba caliente sobre ellos para provocarlo y de pronto; entre sus senos apretados introdujó su miembro, colocando su mano por el frente para más presión, comenzando un vaiven de arriba hacia abajo, tocando su base al bajar y al ascenderle hacerlo sobresalir entre sus senos, chupandolo con fuerza—Oh honey, your cock is so strong... Hiroyuki An

—Me encantaría preciosa... todo tu cuerpo, con un poquito de aceite bien brillante y resbaladizo, sentír como te fundes conmigo en un abrazo.

Gemía cerrando los ojos por sus atenciones, sus manos ya se habían convertido en unas expertas. Sabían exactamente cómo, dónde y cuándo debía acariciar, hacer más presión o directamente arañar su piel. Que ella comenzase a concoerle de ese modo tan profundo en el fondo le asustaba y excitaba. ¿Qué tipo de control podría llegar a tener sobre su cuerpo ahora que se había ganado completamente su alma?

Soltó una ligera risa al ver como le llevaba por la casa agarrada a su miembro, era una traviesa muy creativa sin duda. Se colocó como ella le indicaba era una posición cómoda y relajante, símplemente su erecto miembro seguía duro como una piedra, casi como si la llamase para que se acercase. El suave masaje que hacía con su cuello, sus manos y sus labios le comenzaba a dar sensaciones impresionantes, era sin duda diferente a lo que habían realizado antes. Era más tranquilo pero no por ello menos excitante.

Suspiró emocionado al sentir como ahora eran sus pechos los que le abrazaban. Era una sensación perfecta, eran suaves y tiernos pero al mismo tiempo muy cálidos. Le envolvían perfectamente y su mano ejercía una presión similar a cuando la penetraba.

—Mi amor... esto es una delicia... —se revolvía suavemente sobre las sábanas, su pecho subía y bajaba porque a cada instante tomaba una bocanada de aire porque sentía que perdía hasta el aliento de lo excitante que era todo.— P-puedo probar como se sienten tus pies?

Nunca lo había practicado aunque sí lo había visto en películas, le parecía exótico y diferente. Roxanne Chavanel

Le fascinaba verle estrujar las sabanas, el como sus musculos se contraian, las venas de sus brazos se marcaban, sus abdominales con cada contracción. Una de sus manos ascendió acariciandole su abdomen, sintiendo su respiración ir y venir, ascendió un poco más a su pecho sintiendo sus látidos. Continuó con su fricción un par de veces más hasta que escuchó su petición.

Con cuidado le retiró de entre sus senos y levantó de la cama. Caminó lentamente hacia el cajón donde tenía el aceite de coco. Volvió con esa picardía entre las caderas al contonearse de lado a lado. Se sentó frente a él y virtió el liquido sobre su orificio, derramandose por su alrededor como si fuera miel en hotcakes. Se sujetó de sus tobillos y llevó las plantas de sus pies a su miembro, abrazandole con estos, moviendo sus piernas de arriba hacia abajo, ocupaba de mucha tensión en los muslos al impulsarse, jugueteó un poco al acariciarle con sus pequeños dedos entre delicadas caricias—Mi amor... tu pene es exquisito de cualquier forma que lo acaricie...

Hiroyuki An

Cuando vio que aceptaba su petición, se apoyó sobre sus codos mirándolo todo. no quería perderse nada de aquella nueva experiencia.

—Hmmm.... —el aceite caía ligeramente frío en su miembro pero aún así no podía dejar de sonreir por la excitación— Te ves preciosa amor...

Estiró la mano acariciando sus muslos antes de que se tumbase. Pronto comenzó a notar como la suave piel de sus pies, que estaban preciosamente decorados con las uñas pintadas, le rozaban de la forma más exquisita. Sin duda era difernete pero quizás por eso mismo era excitante.

Estiró la mano y comenzó a masajear sus pies suavemente mientras estos le masajeaban a él.

—Que rico se siente